
RELATOS ERÓTICOS FEMDOM Y BDSM
El Jardín de los placeres

AMOR, EROTISMO, FETICHES
ENTRADA DEL 11/2/2025
Para empezar estaría bien hablar de Aitor, que es vasco, vive en Madrid y trabaja como ingeniero de no sé que empresa de robótica y temas que se me escapan. La cuestión es que es muy guapo, mide 1,84, es delgado porque le mete al gym, pero no tipo musculado, porque no me gustan y... veinte centímetros de polla. Si, no exagero, ¿para qué lo iba a hacer?. Tiene 27 años -en julio cumple 28- y es un cerebrito. Pelo negro y corto, ojos marrones claros... 20 centímetros de polla... con algún tatuaje discreto, guapito y muy, muy inteligente, romántico, simpático y sumiso.
¿Que como le conocí? Por mediación de mi amiga Nuria -Nuri-. En octubre yo todavía vivía en Cuenca y de vez en cuando, Nuri me invitaba a pasar algún fin de semana en Madrid. Pues bueno, el 11 de octubre a la noche, me presentó a unos tíos que eran amigos de su novio Iván, entre los que se encontraba Aitor. ¿Qué me atrajo de él? No sé, quizás que era el único que no me baboseaba demasiado, ni parecía tener pretensiones para follar conmigo esa noche. Pero era guapo, a ver si me explico, quizás el más buenorro de todos, pero chocaba bastante su rollo.
Finalmente, terminamos Nuri, Ivan, él y yo al final de la noche, y cuando Nuri y su chico se fueron, Aitor y yo estuvimos charlando largo y tendido hasta que desayunamos y me invitó a dormir en el piso que compartía con otro tío, pero que como los fines de semana solía ir a Zaragoza con su familia, no estaba.
Me hizo gracia su “pero oye, ¿a dormir, eh? No pienses cosas raras” Ja, ja, ja... ¿cosas raras como follar? Yo le tenía ganas, habíamos tenido una conversación muy interesante, sobre I.As, ecología y de todo un poco. No le gustaba el fútbol... creo que es el primer tío que conozco que no le gusta el fútbol, o casi... Eso si, ni un beso, ni un lance, nada, de nada...
Y por tanto tomé yo la iniciativa cuando llegamos a su choza. A ver, poco Femdom hubo, fue todo tipo muy vainilla, aunque le monté yo y... SU POLLA... nunca había visto una polla así de larga, fina, pero larga... y otra cosa que me llamó la atención y que me encantó -es un fetiche que tengo, lo reconozco- es que tuviera todo su cuerpo depilado. Pero cuando digo TODO es todo, desde el cuello hasta los pies... incluyendo su polla y los huevazos, que disfruté en mi boca y él daba botes... ja, ja, ja, igual pensaba que se los iba a arracar de un mordisco... uhmmm suavecitos, gordos...
Fueron dos polvos hasta la hora de comer, unos buenos polvos y la verdad que Aitor fue increíble, ahí ya percibí cosas... ya que estaba super pendiente de que me gustara lo que me hacía y que me corriera. Un caramelo.